Directrices para programas de prevención del cáncer de piel en las escuelas
La protección contra la exposición a la radiación ultravioleta (UV) durante la infancia y la adolescencia reduce el riesgo de padecer cáncer de piel en la edad adulta. Los jóvenes y los niños pasan gran parte de su vida diaria en la escuela y parte del tiempo al aire libre expuestos al sol. Las escuelas deben ofrecer sitios con protección contra el sol para reducir la exposición de los chicos a la radiación UV. También deben proporcionar a los estudiantes conocimientos, motivación y destrezas necesarias para adoptar y mantener conductas de protección solar de por vida. Los programas de protección solar escolares son un medio eficaz para enseñar a los niños desde pequeños a protegerse del sol y a contribuir a disminuir su riesgo de cáncer de piel en la edad adulta.
Las Directrices escolares para la prevención del cáncer de piel tienen el fin de proporcionar a las escuelas un enfoque integral sobre la prevención del cáncer de piel en adolescentes y adultos jóvenes. Para la creación de estas directrices, los CDC trabajaron con especialistas en dermatología, pediatría, salud pública y educación de universidades, agencias nacionales, federales, estatales y de voluntariados, así como con otras organizaciones. Este documento se basó en la revisión de investigaciones, información teórica y prácticas actuales sobre prevención del cáncer, educación sobre temas de salud y salud pública.
Resumen
Exposición a la radiación UV durante la infancia y la adolescencia
- De acuerdo con estudios, una o más quemaduras de sol (un indicador de exposición intensa a la UV) en la infancia o la adolescencia pueden aumentar el riesgo de padecer carcinoma basocelular o melanoma en la edad adulta.
- La infancia es el periodo con mayor posibilidad de aparición de lunares, un factor importante de riesgo de cáncer de piel. Existen algunas evidencias de que la exposición al sol en la niñez aumenta el riesgo de padecer melanoma al aumentar el número de lunares.
- Más de la mitad de la exposición a la radiación UV en la vida de una persona ocurre por lo general durante la infancia y la adolescencia.
- Menos de una tercera parte de los niños y jóvenes de los Estados Unidos practica medidas eficaces de protección solar.
Beneficios de promover protección solar en las escuelas
- Los cambios de conductas se pueden lograr a través de las lecciones en las aulas, así como mediante políticas y prácticas escolares relacionadas con las actividades al aire libre.
- Las escuelas pueden constituir un ejemplo importante para los estudiantes, las familias y la comunidad en general a través de la promoción de la protección solar.
Principios clave
- El cáncer de piel es el tipo de cáncer más frecuente, y los casos y muertes por melanoma, la forma más mortal de este cáncer, han registrado un aumento drástico.
- La exposición al sol durante la infancia y la adolescencia por lo general ejerce una influencia determinante en la aparición del cáncer de piel en la edad adulta.
- Para que la prevención del cáncer de piel sea más eficaz, se deben implementar programas escolares como parte de un programa coordinado de salud. Ninguna estrategia aislada puede resolver el problema.
- Las escuelas pueden realizar una variedad de actividades para prevenir el cáncer de piel. En primer lugar, pueden crear ambientes que apoyen y fomenten la prevención del cáncer de piel considerando esto una prioridad.
Recomendaciones
Las directrices de los CDC contienen siete recomendaciones para las escuelas desde el pre kínder hasta el 12.° grado cuya finalidad es incentivar la prevención del cáncer de piel en las instalaciones escolares y en otras partes. Estas recomendaciones son:
- Políticas. Establecer políticas que reduzcan la exposición a la radiación ultravioleta.
- Fomentar la programación de actividades al aire libre durante horas en las cuales el Sol no esté a su máxima intensidad, siempre que sea posible.
- Modificar los códigos de construcción y de predios para aumentar la cobertura de las áreas con sombra en instalaciones exteriores que se utilizan frecuentemente.
- Fomentar o requerir que los estudiantes usen ropa, sombreros y lentes de protección.
- Establecer rutinas para la aplicación de cremas de protección solar antes de ir afuera.
- Apoyar las actividades de educación en salud necesarias para la prevención del cáncer de piel.
- Diseminar información entre las familias sobre la prevención del cáncer de piel.
- Desarrollar directrices para la asignación de recursos sobre la prevención del cáncer de piel.
- Ambiente. Proporcionar y mantener entornos físicos y sociales que fomenten la protección solar y sean afines a la adquisición de otros hábitos saludables.
- Tener en cuenta la necesidad de protección solar en el diseño de nuevas escuelas.
- Identificar oportunidades para ampliar o crear nuevas áreas con sombra.
- Trabajar con socios de la comunidad para facilitar la distribución de filtros de protección solar gratis o a precios reducidos.
- Utilizar mensajes visuales y sonoros para recordar a los estudiantes que practiquen conductas de protección solar.
- Incentivar a todos los adultos a poner el buen ejemplo en la protección solar.
- Hacer que todos los maestros eduquen a los estudiantes sobre protección solar.
- Dar reconocimiento a los estudiantes y el personal escolar que practiquen medidas de protección solar.
- Educación. Proporcionar a los estudiantes educación en salud para impartirles el conocimiento, las actitudes y las conductas necesarias para prevenir el cáncer de piel. Esta enseñanza debe ser adecuada a la edad y a los eventos propicios para practicar conductas de protección solar.
- Incorporar la prevención del cáncer de piel a un currículo integral de educación en salud.
- Integrar la prevención del cáncer de piel en otras áreas de estudio.
- Proporcionar educación sobre cáncer de piel en forma seriada y reforzar los mensajes con el tiempo, desde pre kínder hasta el 12.° grado.
- Impartir educación sobre el cáncer de piel en épocas del año en que los estudiantes tengan más oportunidad de exponerse al sol y de seguir medidas de protección.
- Familias. Hacer participar a los miembros de la familia en las actividades de prevención del cáncer de piel.
- Educar a los padres sobre la importancia de los hábitos de protección solar.
- Informar a los padres sobre las iniciativas y políticas de la escuela y pedirles que envíen sus comentarios.
- Alentar a los padres a que promuevan las políticas y prácticas de protección solar en la escuela.
- Desarrollo profesional. Incluir información y destrezas sobre la prevención del cáncer de piel en los cursos de formación y actualización de administradores escolares, profesores, profesores de educación física y entrenadores, enfermeras escolares y otro tipo de personal que trabaje con estudiantes.
- Integrar la prevención integral del cáncer de piel en las actividades de desarrollo profesional existentes.
- Planificar actividades de formación adaptadas a la responsabilidad del personal que recibirá la capacitación.
- Servicios de salud. Complementar y apoyar las actividades de prevención del cáncer de piel con los servicios de salud de las escuelas.
- Incluir en el expediente médico la autorización de los padres para el uso de filtros de protección solar.
- Aprovechar las evaluaciones médicas para practicar deporte para educar a los estudiantes sobre la prevención del cáncer de piel.
- Evaluar las conductas de exposición al sol del paciente y reforzar hábitos de protección solar.
- Promover políticas y prácticas de prevención del cáncer de piel.
- Evaluación. Evaluar periódicamente si las escuelas están implementando las directrices para la prevención del cáncer de piel. Deben evaluarse las políticas sobre medio ambiente, educación, participación familiar, desarrollo profesional y servicios de salud.
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